Señor, bendice y recibe mi música para que alcance a glorificarte.
Que el talento que me has brindado sea para servirte
Que mi música sea testigo de tu misericordia y amor
Que en cada nota de mis dedos cansados y mi garganta agotada oigas mis plegarías
Y que pueda un dia tocar a tus pies en la vida eterna.
EL Dia 14 de Enero a las 6:15 de la mañana, Francisco llego a tocar a los pies de su Señor. Después de mas de treinta años sirviéndolo con su violín y su voz cada Domingo en el templo de Nuestra Señora de Lourdes, Pancho, sin duda, tuvo la dicha de llegar a su presencia y formar parte de la música del cielo.
Quizás la hora de partida llego muy pronto, pero aveces el Señor ampara a un cuerpo cansado con descanso profundo.
Como el hijo mas grande de la familia Arellano, Pancho trabajo desde que tenia cuatro años para ayudarle a sus padres a crear sus hermanos. Cuentan que como estaba muy pequeño para manejar sentado, manejaba parado para cumplir con el trabajo del dia . Cuando terminaba su trabajo del dia, seguía con su trabajo de noche, tocar y cantar en compañía de su padre y sus hermanos, Chema, Chabelo y Dimas.
Con el talento que Dios le dio y que su padre cultivo, Pancho llego lejos. En los años 50, viajando con un mariachi, llego a los Estados Unidos. Estando aquí, abrió el camino para que sus hermanos y padres se emigraran. Conoció el mudo tocando con el Mariachi Águila, y formo su propio mariachi en compañía de sus hermanos. Después trabajo con varios mariachis, y por los ultimos 10 años formo parte del mariachi Alma de México con quien tocó su penúltima canción; pues su ultima canción fue una alabanza que sin la habilidad de cantar con su voz, con su corazón cantó en compañía de sus hermanas Lupe y Chayo. Cual fue la alabanza? Fue "Dale El Descanso Señor", y como el buen pastor, el Señor escuchó su plegaría, y le dio el eterno descanso. Ahora Pancho se reunirá con su padre y sus hermanos Chema y Chabelo y juntos tocaran con el mariachi celestial.
Hoy que le damos su ultimo adiós, nos unimos a su oración y juntos pedimos, "Dale el descanso Señor. Que lo reciban los ángeles en tu ciudad. Que lo reciban los ángeles en tu amistad" Como el pueblo de Dios y como hermanos de Pancho, en unión digamos todos - AMEN.
Familia: Arellano
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